sábado, septiembre 08, 2018

Alvise


Uno de los beneficios de estar de vacaciones en un pueblo del sur de Italia es que hay mucha actividad en la plaza central, lo que lleva a apariciones sorpresa de artistas de calle, como este Alvise. Nos tomó por sorpresa: cuando pensábamos regresar a casa, encontramos a este cuate que se preparaba para empezar su espectáculo: The Alvise Circus Show.

Aunque he visto muchas exhibiciones de malabarismo, de acrobacias, y de uso de fuego, esta fue excepcional. Fue un espectáculo simple: Alvise hizo sólo cinco o seis trucos distintos, y el resto del tiempo se la pasó platicando y divirtiéndonos de otras formas. Y cada cosa que hizo, la hizo perfecta (excepto que tiró una clava una vez).

Probablemente fue una lotería de una vez en la vida. No creo que me lo encontraré de nuevo en sus vueltas por el mundo, pero me dio mucho gusto encontrármelo esta vez.

domingo, junio 24, 2018

Exámenes de Lenguas

Hace aproximadamente un mes, cuando pensaba que podría relajarme un poco y tomarme algunos días más tranquilos en el trabajo, me llegó una noticia que cambió todos mis planes: tenía que pasar los exámenes para los tres idiomas oficiales de la Universidad de Bolzano donde trabajo (eso es, inglés, italiano y alemán). Como tenía un incentivo previo para hacerlo, me inscribí al IELTS que tomé ayer. Pero encontrar los exámenes de los otros dos idiomas no fue tan fácil. Consulté con el Centro de Lenguas de la universidad y me dijeron que podía hacer las dos pruebas en un proceso interno de la universidad. ¿El problema? Que los dos exámenes eran el mismo día, y tenía sólo una semana para prepararme. Pero a veces hay que aventarse al ruedo. Me terminé por inscribir.
Durante los siguientes 7 días, me la pasé recordando toda mi gramática alemana (y aprendiendo la italiana que nunca he estudiado formalmente), y leyendo exclusivamente en estas lenguas. En esa semana leí, de acuerdo a mis propios cálculos aproximados, unas 200 páginas en italiano, y otras tantas en alemán, acumulando vocabulario y frases útiles, y escuché el noticiario en alemán todos los días, sin parar. Todo esto mientras seguía trabajando ocho horas al día, por supuesto.
Pero el esfuerzo rindió sus frutos: pasé los dos idiomas (el inglés lo sabré hasta principios de julio, pero ese no me preocupa). Esto de paso me regresó la confianza en mis conocimientos de alemán, que siento que he ido olvidando estos últimos años, pero sería ideal no perderlo del todo.
Interesantemente, provocó algo más: desde ese día (hace ya casi 3 semanas), he seguido leyendo periodicamente en alemán e italiano, aunque obviamente con una menor intensidad. Voy a intentar seguir esta tendencia, y no caer de nuevo en mi rutina de inglés diario.

domingo, junio 17, 2018

Massiccio dello Sciliar

Landscape
Ayer fui con mis compañeros de trabajo a caminar a los Dolomitis; o más precisamente, al Massiccio dello Sciliar, uno de los conjuntos montañosos más conocidos de la zona. Todo empieza con un camión de unos 40 minutos desde Bolzano hasta Siusi; de ahí un funicular, y una silla eléctrica nos llevaron a una altura ya de unos 2000 metros sobre el nivel del mar, de donde tomé la foto que ven al inicio de este texto. La meta: el montecito sobre la montaña plana arriba a la derecha, a 2563m. de altura. Fueron tres horas de caminata continua y, aunque no se necesitaba escalar, había algunas partes bastante inclinadas, y nada fáciles de pasar. Pero lo logramos. Y, obviamente, después de una caminata por el estilo, disfrutamos de la paz de la cima---o como quieran llamar a esto:

Después comimos en el Refugio de Bolzano, que nos habían dicho que era una cabaña, pero realmente se ve así:
Nada mal, creo. El camino de regreso nos tomó otras tres horas, sobre todo porque decidimos saltarnos la silla eléctrica y caminar directo hasta el funicular. Creo que terminamos todos muertos. Pero a mí, más que nada, me duelen los brazos.

Edit Aquí estoy yo subiendo, con mi playera especial para no perderme.

domingo, junio 10, 2018

Dolomiti Pride

Dolomiti Pride
Ayer fue el Dolomiti Pride, la primera marcha a favor de los derechos de personas con distintas preferencias sexuales que se ha hecho en toda la región del Trentino-Alto Adigio donde vivo ahora. Y fue realmente impresionante. Los números cambian dependiendo de las fuentes, pero participaron entre 8,000 y unas 11,000 personas en la marcha (y algunos más en la fiesta después). Tomando en cuenta que Trento no tiene más de 120,000 habitantes, estos números se vuelven más sorprendentes.

La verdad es que estuvo muy divertido. Toda la gente traía un espíritu de fiesta (como debe ser) y estuvieron bailando por las tres horas que duró la marcha, bajo el sol y el calor de verano de Trento, pero sin parar. Me dio mucho gusto haber participado. Espero que haya más en los próximos años.

viernes, mayo 25, 2018

En el borde de la locura

Estuve meditando por mucho tiempo, tratando de decidir si era una buena idea escribir esto o no pero, a final de cuentas, creo que es una buena forma de desahogarme un poco, aunque vaya al mundo entero. Lo que sigue es una visión personal al trabajo excesivo y sus consecuencias. Si el tema no les interesa, sáltenselo.



Fue un miércoles, mientras regresaba a casa y, un poco después mientras intentaba dormir, que empecé a sentir el pánico. "¡Me estoy volviendo loco!" y "no voy a salir de esta". No puedo describir con palabras lo que pasaba por mi mente en ese momento, pero realmente me asustó.

Ese miércoles, después del trabajo, había ido a un bar a escuchar cantar a una amiga. El concierto se había cancelado porque llovía, pero igualmente me senté a tomar una cerveza y platicar un rato. Estaba físicamente y mentalmente cansado. Llevaba en ese punto más de 4 semanas trabajando todos los días de manera bastante intensiva, y teniendo algunos problemas externos que no me dejaban relajarme. Pero al mismo tiempo pensaba que no era nada del otro mundo. Muchos otros han hecho eso y mucho más, y no los vemos quejándose por todos lados, ¿o si? Tal vez fue la media hora que me relajé, o había llegado al límite de mis capacidades, y la cerveza simplemente desencadenó todo; la verdad es que no lo sé. Pero mi cabeza empezó a jugar conmigo mientras regresaba a casa.

Como dije antes, no lo puedo describir con palabras. No es que tuviera visiones, u oyera voces, o algo por el estilo; sabía perfectamente bien dónde estaba, a dónde iba, y lo que sucedía a mi alrededor. Pero al mismo tiempo, me pasaban flashes por la cabeza; ideas fugaces, sin sentido, y al mismo tiempo fuertes, convincentes. Y me empezó a dar miedo. ¿Es esto lo que llaman un burn out? Así estuve unas horas. Hasta que tomé la decisión que (1) podía salir de esta, y (2) que no podía dejar que pasara de nuevo. Y ese es mi nuevo propósito: trabajar mucho, trabajar fuerte, pero también trabajar inteligentemente. Tomarme mis horas y días de descanso. Disfrutar de la vida que está al rededor. Y seguir adelante. Hasta ahora, creo que lo estoy logrando, pero tengo que estar atento y jugar a la defensiva por unos meses.

domingo, octubre 22, 2017

Impresiones de Dresden

Resulta que pasé toda esta semana en Alemania, más específicamente en Dresden y Leipzig, visitando viejos colegas e intentando crear nuevas colaboraciones de trabajo. En muchos sentidos, fue un salto hacia mi pasado. Primero, visitando una ciudad a la que llegué por primera vez hace 13 años, y que visité por última vez en Septiembre de 2015. Segundo, llendo un día a Leipzig, una ciudad que abandoné a principios del 2009 y a la que pocas veces he ido desde entonces.

Esta visita me dejó en un permanente estado de extrañeza. Obviamente, después de pasar tanto tiempo en ambos sitios, no tenía ningún problema orientándome, yendo de un lugar a otro, y sabiendo cómo comportarme en diversas situaciones. Pero al mismo tiempo, las ciudades me atacaron continuamente con sorpresas: ¡ey, esto no estaba aquí!, ¿no había aquí una panadería?, ¿y ahora dónde encuentro un centro telefónico?, etc. Este tipo de conflictos me ayudó a mantenerme alerta sobre el hecho de que ya no vivo ahí.

Y con todo, la gente me trató de maravilla. Todos parecían contentos de volverme a ver, y pasé los días discutiendo e intercambiando ideas de muchos temas distintos. El clima también me trató muy bien, dejándome pasear sin frío, y mostrándome las distintas etapas del cambio entre el verano y el invierno. Una mañana, el cielo amaneció con ese rojo intenso que tantas veces vi en el pasado, dándome un empujón positivo hacia un día largo de trabajo. Al día siguiente, sólo 24 horas después, el cielo era totalmente distinto, con una neblina que no dejaba ver nada más allá de unos doscientos metros.

Los días pasaron rápidamente, pero por suerte pude visitar a la mayoría de las personas que todavía quedan en esas áreas, y ver lo que ha pasado con el lugar. También logré darme un par de vueltas para fotografiar a la Florencia del Elba, con sus edificios clásicos. En mi día en Leipzig pude ver también la gran cantidad de cambios que ha sufrido la ciudad, en particular en el área de la universidad, donde construyeron el Paulinum, un edificio hecho para parecer una iglesia que fue destruída durante la guerra. De hecho, mi plática fue en el área que representa esa iglesia.

Todo terminó muy rápido. Habría querido quedarme más tiempo, pero tengo tantas cosas para continuar que en parte será como si siga ahí por ahora. En honor a mis últimas horas en la ciudad, me levanté temprano y fui a fotografiar el amanecer. Dresden, como casi siempre, no decepcionó.

miércoles, octubre 11, 2017

Impresiones de Granada

Hace un par de semanas me fui a Granada a participar en un congreso. Ya habían pasado 14 años de la última (y hasta entonces única) vez que había ido, así que estaba seguro de no recordar muchas cosas. Pero lo que sí me acordaba era que La Alhambra era impresionante, aún si se subía a pie con la maleta a cuestas.

Mi primera impresión, llegando en avión fue la desolación del lugar: el aeropuerto es una placa de concreto a la mitad del desierto, con algunos olivos al rededor. La terminal apenas tiene un edificio. Pero todo cambia cuando se llega al centro; especialmente en la zona clásica. A pesar de ser octubre, todavía lleno de turistas disfrutando el buen tiempo.

Obviamente, no podía faltar una visita a La Alhambra, en este caso organizada por el congreso, con un guía super gracioso. Será mi mala memoria pero yo recordaba las paredes con mucho más color. Pero en su estado actual no les falta nada para quitar el aliento. Lo más sorprendente es que hayan sobrevivido por tantos años después de la expulsión de los árabes de España sin ser destruidas.

Por mi parte, paseé por los callejones del centro, y por el Albayzin, el barrio árabe sobre la colina, que permite unas vistas espectaculares hacia la Sierra Nevada. En el camino me encontré algunas piezas de arte callejero que no tienen igual. ¿Sabían que Granada es la capital del cómic? Tiene muchas cosas culturales. De hecho, el último día en lo que esperaba la hora de tomar el avión pasé por casualidad por el Centro Federico García Lorca y me topé con una exhibición de Baza Frederic Amat.

Eran fotos, pero impresas en papel normal y de alguna forma tenían toda la tinta corrida, tanto una idea de ser acuarelas. Fenomenal. En el mismo viaje, pero de pura casualidad, me topé con la obra de Flora Borsi. Si no la conocen, búsquenla; vale la pena.

Al final estoy contento con mi visita a Granada. Esperando el próximo viaje.