Esta semana vino mi hermana de visita, y nos paseamos por varios lugares de Sajonia, y en Berlín. Visitamos muchos lugares, y en cada lugar hubo cosas muy interesantes, por lo que intentaré resumir lo más posible, y amenizar con algunas fotos.
Beatriz llegó el sábado en la mañana a Berlín; para eso, ni ella ni yo dormimos demasiado la noche anterior, aunque ella definitivamente durmió menos que yo. Estando en la ciudad, vimos los puntos turísticos, principalmente exteriores, aunque entramos a un museo de fotografía. Recorrimos la ciudad, y la comida fue deliciosa. Al final, visitamos un memorial a algunos muertos intentando cruzar el muro, y es impresionante, pues no solo aparecen cruces, sino que cada una tiene una foto y un nombre, no sólo son "muertos", sino que tienen rostro y familia.
El domingo recorrimos Dresden, el río, el Altstadt, el campus y otras cosas. Dresden es una ciudad muy pequeña, así que incluso nos dio tiempo de ir a visitar Albertschloss, un castillo que yo no conocía, y regresar al Altstadt de noche para tomar algunas fotos.
El lunes esquiamos en Altenberg. La esquiada fue muy buena (la primera vez, tanto para Beatriz, como para mí), ya al final podía más o menos maniobrar, aunque mis músculos estaban muy cansados.
Aunque no todo podía ser perfecto. Tuvimos, para variar, un pequeño problema con la policía fronteriza (resulta que Altenberg está a 3 km de la República Checa), aunque se solucionaron más o menos fácilmente.
El martes fue día para ir a Meissen, ciudad famosa por su porcelana, con un gran castillo (Albrechtsburg). De regreso en Dresden tuvimos una cena con mis compañeros de la maestría.
El miércoles fue día de montañas en la Suiza Sajona. Hicimos primero una visita a la fortaleza de Königstein, y luego subimos otro monte hacia Bastei con su famoso puente (que yo no conocía), donde vimos el atardecer.
Al día siguiente nos fuimos en grupo a Leipzig, tierra de Bach, llena de leones. Olvidé por completo comprar el recuerdo de Goofas me había pedido, pero pienso regresar algún día pronto, y espero esa vez no olvidarlo.
El viernes fuimos a un castillo al que poca gente visita, Weesenstein. Y no me sorprende, es muy difícil llegar a él. De hecho, hay tan pocos trenes que cruzan por ahí, que esa estación tiene tan solo una vía. Sin embargo, me gustó mucho, tanto el castillo como el pueblo. También caminamos un poco dentro del bosque, y el río nos mostró su esplendor, llevando el agua del deshielo y haciendo un gran ruido al caer.
En la noche, fuimos a la Frauenkirche en Dresden, donde apreciamos la vista de la ciudad desde la torre. Cuando bajamos, tuvimos la oportunidad de entrar a una presentación donde mostraron cómo la fueron reconstruyendo. Ya está terminada por fuera, y sólo faltan los detalles interiores.
El sábado, viajamos nuevamente a Berlín desde temprano, para visitar los lugares que nos habían faltado; en particular, entrar al Reichstag y a la catedral. Tuvimos muy buenas vistas desde ambos lugares. Luego fuimos a la East Side Gallery, que, aunque fue restaurada en el 2000, ya está muy maltratada por tanta gente que la raya. Aún así, logramos tomar algunas fotos interesantes, de algunas de las pinturas.
Cuando estábamos en el aeropuerto, me hicieron otra revisión de pasaporte. Ahora ya le creo a Torsten, que dijo que debía llevar el documento a todas partes.
Me la pasé muy bien con Beatriz aquí, y conocí muchos lugares nuevos gracias a su visita. Ahora estoy con muchas ganas de ir a los pueblos en derredor, aunque sea para caminar y tomar fotos.