Hoy sucedió una cosa maravillosa en Dresden, seguida de una mucho más sorprendente en Leipzig que me ha alegrado la semana.
Antes de entrar en los sucesos de hoy, les tengo que contar un poco de historia. Desde hace algunos años, los grupos de extrema derecha han utilizado el 13 de febrero como pretexto para hacer una manifestación masiva en Dresden (la más grande manifestación de Nazis de Europa). El gobierno de la ciudad, aunque en ocasiones se ha expresado en contra de este evento, jamás había puesto verdaderas trabas a que se llevara a cabo.
El año pasado, varias organizaciones civiles y políticas se pusieron de acuerdo para bloquear las calles de la ciudad e impedir la manifestación, y lo lograron. El 13 de febrero de 2010, los nazis fueron retenidos en la estación de trenes sin posibilidad de salir en todo el día.
Después de eso, los nazis juraron que este año traerían a mucha más gente y no permitirían que los bloquearan de nuevo. Y así comenzó una verdadera guerra de estrategias. Por un lado, los nazis planeaban cómo lograr la manifestación, mientras por otro los residentes de Dresden veían cómo evitarla. Desde hace meses se tienen listos planes de acción dependiendo de la ruta que los nazis puedan intentar tomar y mucha gente se ha mantenido informada para bloquearlos de nuevo este año.
Pero los nazis han estado planeando también, y su estrategia se basaba principalmente en el secreto y la sorpresa. Cuando fue claro que no podrían lograr una manifestación masiva el día 13, cambiaron sus planes para hoy, 19 de febrero. Y esta mañana todavía no era claro que ruta iban a tomar; ni siquiera de dónde partirían.
Desde las 8 AM muchos ciudadanos salieron a la calle para evitar a toda costa la manifestación. La policía estimó que los participantes fueron al rededor de 20,000, la gran mayoría de ellos pacíficos,
bloqueando las avenidas, pero sin causar destrozos ni agredir a nadie.
Había dos puntos de reunión para los nazis: la estación de trenes y una plaza en el sur. En la estación se acumularon unos cuantos, que no pudieron salir debido al bloqueo, y al sur apenas llegaron unas decenas de personas.
El día avanzaba sin grandes problemas. Hasta que por ahí de las 16:00 comenzaron las sorpresas.
Por un lado, los que estaban encerrados en la estación de trenes decidieron movilizarse a Leipzig, y hacer su marcha en esa otra ciudad (donde la gente no estaba preparada para bloquearlos).
Por el otro, en una zona al sudoeste, de pronto aparecieron 20 autobuses llenos de neofascistas, en una zona donde no había bloqueos ni policías. La movilización a la zona fue inmediata, y los lograron detener y forzar a subir de nuevo a los autobuses y regresar a casa.
Pero la parte que más me sorprende fue la reacción en Leipzig. Bastantes cientos de personas se movilizaron a la estación central a esperarlos, así que al llegar, los nazis se encontraron con
esto y
esto otro, y con una estación llena de gente gritando "Nazis Raus!" (Nazis fuera). Sí, habían sido bloqueados de nuevo, y no gracias a meses de preparación, sino a la reacción inmediata de los lipsienses.
La policía decretó estado de emergencia, lo que le permitió retener a todos los nazis y mandarlos de regreso a sus ciudades de residencia. Así que así pasó otro año en que los ciudadanos no permitieron a los nazis pasearse por Dresden.