Un día para la posteridad
Ayer fue un día difícil de olvidar.
Comenzó como cualquier día de vacaciones. Fuimos a un museo en que hay una exposición de juegos, desde los dados hechos con vértebras de animales, hasta el X-box. Íbamos muy entusiasmados, pues la particularidad de la exposición es que puedes utilizar los juegos. Sólo que se nos olvidó una cosa: los lunes no abren los museos.
Un poco decepcionados, íbamos a regresar a casa, pero una compañera quizo ir al super. Decidimos acompañarla, y cuando llegamos al lugar, recordamos que otra compañera vive enfrente, así que la fuimos a visitar.
Una vez ahí, decidimos preparar una comida para todos. Muy rica comida. Y para todos los incrédulos que me conocen de antes de este viaje, aunque no lo crean, comí corazón e hígado, y me parecieron bastante sabrosos.
En fin, terminando de comer, echamos "la cáscara". Eso es realmente futbol de salón. Jugamos un rato dentro del departamento que mide tal vez 24 m².
Luego encontramos una pelota de voleyball, y salimos a la nieve a jugar. Eso es algo que jamás imaginé. Jugar voleyball, en medio de una nevada, a -3° C, y obviamente sin chamarra, porque no te puedes mover cómodamente. Fue un rato muy ameno.
Después regresamos al departamento y pasamos varias horas platicando. Una cosa curiosa de la plática es que en un momento el hilo llegó al tema prohibido: religión. Sin embargo, no sólo no hubo problemas conversando al respecto, sino que incluso el tema se trató con poca solemnidad, haciendo bromas en el medio. Nunca me había topado con una situación semejante.
De regreso a casa, un amigo nos retó en WarCraft, por lo que nos conectamos en red para jugar. Poco a poco, mis ojos comenzaron a mostrarse cansados, pero no pensé que fuera tan tarde. Para cuando decidimos detener el juego ya eran las 4 AM.
Hoy nos levantamos temprano nuevamente para ir al museo, que hoy si estaba abierto, y nos la pasamos jugando más de 5 horas ahí. Lo más divertido, para mi gusto, fue el futbol de mesa que, gracias a la práctica que tuve durante años en casa de los Vargas, pude mostrar mis habilidades.
Un breve resumen, que no contiene grandes detalles.
1 comentario:
Vicioso, yo?
Solo he jugado una vez.
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