jueves, febrero 15, 2007

No cabe duda, soy suertudo

Pues sigo sin internet, y ayer eché a perder una computadora, y aún así me considero una persona MUY afortunada; ¿por qué? Echemos un vistazo a los hechos.
Ayer era la fecha límite para entregar un artículo (el del contraejemplo). Hoy en la mañana tenía también que publicar un reporte técnico (antes de las 10 AM), en Dresden.
Pues bueno, me levanté tranquilamente y me apresuré a terminar mis deberes en la oficina. Antes de las 3 PM había terminado ya, tanto el artículo como el reporte técnico. Entonces, mandé el artículo (no sin pasar algunos problemas, por lo que tuve que recurrir a la desesperada solución de mandarlo por correo electrónico), con toda calma envié todos mis archivos a mi respaldo en linea (gracias Gmail :P) y me dispuse a respaldar de nuevo en mi memoria USB.
Como todos los días, conecté la memoria en el puerto y de pronto ZAS! se fue la red de mi máquina. Esto no sería un gran problema, si no fuera porque la configuración de las computadoras está hecha de tal forma que sin red todo se vuelve lentísimo (o no funciona, como el caso de LaTex, que está en la red). Revisé los cables, y todo estaba bien.
Bueno, pensé, no pasa nada, simplemente reinicio y listo, todo como nuevo. Perfecto, la máquina se apaga, y luego prende... y ... NADA! No arrancó. Bueno, la apago de nuevo (de forma forzada ahora) y la prendo y ... sigue sin arrancar. Ahí me mesé los cabellos.
Salí corriendo a buscar a Gabrielle Queck, de soporte técnico. Y sí, en el la sección de Sistemas Inteligentes, de el Instituto de Computación tenemos soporte técnico (por suerte para la gente, como yo, que no le hace a los fierros).
Pues total, va Gabrielle con su sonrisa sempiterna a mi oficina y con toda calma, intenta prenderla de nuevo. No, pues nada (Ni siquiera hacía el beep inicial).
Así que la solución, para ella, fue de lo más sencilla: con toda calma me dijo "Vete a tu casa, y regresa mañana, y ya va a estar funcionando" (todo esto sin dejar nunca de sonreir).
Así fue, me retiré a casa, un poco nervioso por haber tronado mi computadora (todavía no sé ni cómo) pero tranquilo de que en cierta forma los pendientes del día ya los había cumplido.
No quiero ni pensar de qué habría pasado si en artículo no hubiera sido enviado antes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

larry silverstein....¿suertudo?