martes, febrero 20, 2007

¿Por qué hago investigación?

Hoy en la mañana me preguntaba a mí mismo si esto es lo que me gustaría hacer toda la vida: enfrentarme a problemas que no sé si tienen solución, y si la tienen no necesariamente sé cómo encontrarla. Tener muchas veces la incertidumbre sobre si lo que has hecho los últimos meses se irá al basurero cuando encuentres un contraejemplo o seas incapaz de demostrar un resultado fundamental. O simplemente, pasar una semana preguntándote cómo probar ese resultado y, al encontrar contraejemplos, cómo acotarlo para que funcione.
La respuesta es siempre . La razón no es fácil de explicar, pero es por ese sentimiento que llega cuando te das cuenta que no necesitas restricciones, que todo es cuestión de cambiar una definición y todo funciona a la perfección, como lo habías pensado antes pero no habías sido capaz de formalizar, y que esas semanas de pensar en contraejemplos te han mostrado cómo se pueden dar fácilmente esos cambios de definición, y que todas las demostraciones siguen siendo válidas, no perdiendo nada del trabajo anterior.
Es ese sentimiento, una victoria personal contra mí mismo lo que me hace pensar que quiero seguir haciendo investigación, y quiero resolver problemas que nadie había resuelto antes (no necesariamente porque fueran muy difíciles, sino porque nadie se había topado con ellos). Eso, sí, eso quiero ser de grande.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da gusto saber tu decisión: SI A LA INVESTIGACIÓN. Tal como dices no hay una razón evidente hasta que te llega el gusto de la victoria personal.
Quizá un poco en relación con eso te quiero contar que hoy presentaron en la Universidad Anáhuac el libro del que escribí dos capítulos. Fué emotivo que públicamente reconocieran mi participación, mencionando que yo escribí además el prologo (aunque en el texto señalaron "los autores")y que el título de libro es un termino que yo acuñé y que ya se está generalizando (Endonutrición).
En fin, definitivamente es muy atractivo pensar y también plasmar nuestros pensamientos, como tú lo haces en este blog que es todo un formulario de ideas. Me recuerdas a Einstein (no sólo por la melena) sino porque también él disfrutaba pensar. Tengo entendido que su oficina en Princeton se limitaba a un pequeño cuarto y su principal actividad esra pensar. ¡Enhorabuena!.
Como siempre me gusta decirte: ¡Te quiero!.
JPS

Rafael Peñaloza dijo...

Gracias pa, pero para mí que vas tirando demasiado alto. Comparar con Einstein a aquellos que sí pueden resolver sus problemas, que el tiempo que pasan pensando es productivo y logran resultados. No conmigo que avanzo un paso a la semana y no llego a ningún lado.
Y en otras cosas, muchas felicidades a tí.