Invasión
Dresden ha sido invadida. Y no sólo por cruces gigantes (aunque estas no faltan, posiblemente para atraer con mayor velocidad a los invasores).
Imagínense levantarse un día y toparse, en su ruta usual, semejante monstruo, apenas controlado por cuatro pesadas cadenas. Yo debo admitir que tuve miedo.
Por cinco días, se celebran los "días de la iglesia" en esta ciudad y, al parecer, varias decenas de miles de personas se dieron cita para rezar frente a estos inmensos monumentos blancos. Yo me mantendré oculto (y sin siquiera intentar tomar el transporte público en estas áreas) tanto como me sea posible.
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