Exámenes de Lenguas
Hace aproximadamente un mes, cuando pensaba que podría relajarme un poco y tomarme algunos días más tranquilos en el trabajo, me llegó una noticia que cambió todos mis planes: tenía que pasar los exámenes para los tres idiomas oficiales de la Universidad de Bolzano donde trabajo (eso es, inglés, italiano y alemán). Como tenía un incentivo previo para hacerlo, me inscribí al IELTS que tomé ayer. Pero encontrar los exámenes de los otros dos idiomas no fue tan fácil. Consulté con el Centro de Lenguas de la universidad y me dijeron que podía hacer las dos pruebas en un proceso interno de la universidad. ¿El problema? Que los dos exámenes eran el mismo día, y tenía sólo una semana para prepararme. Pero a veces hay que aventarse al ruedo. Me terminé por inscribir.
Durante los siguientes 7 días, me la pasé recordando toda mi gramática alemana (y aprendiendo la italiana que nunca he estudiado formalmente), y leyendo exclusivamente en estas lenguas. En esa semana leí, de acuerdo a mis propios cálculos aproximados, unas 200 páginas en italiano, y otras tantas en alemán, acumulando vocabulario y frases útiles, y escuché el noticiario en alemán todos los días, sin parar. Todo esto mientras seguía trabajando ocho horas al día, por supuesto.
Pero el esfuerzo rindió sus frutos: pasé los dos idiomas (el inglés lo sabré hasta principios de julio, pero ese no me preocupa). Esto de paso me regresó la confianza en mis conocimientos de alemán, que siento que he ido olvidando estos últimos años, pero sería ideal no perderlo del todo.
Interesantemente, provocó algo más: desde ese día (hace ya casi 3 semanas), he seguido leyendo periodicamente en alemán e italiano, aunque obviamente con una menor intensidad. Voy a intentar seguir esta tendencia, y no caer de nuevo en mi rutina de inglés diario.