En la noche de navidad recibí una invitación para irme de paseo una semana con unos compañeros de la maestría. Era un poco apresurado, pues saliamos el domingo 26 en la mañana, y el plan era muy flexible. Decidí ir con ellos.
El domingo pasamos todo el dia en el tren, viajando hasta Aachen, en el oeste de Alemania. Es una pequeña ciudad fronteriza, muy cerca de Holanda y de Belgica. Buen lugar para quedarse.
El lunes lo dedicamos casi por completo a comprar boletos de tren y autobus, y a conocer Aachen. De paso aprovechamos para llevar a cabo una idea loca, cruzar la frontera a pie. Es la primera vez que hago eso. Lo más curioso es que nos revisaron los pasaportes para cruzar hacia Holanda, mas no para regresar a Alemania.
El martes fue dia Belga. Y sufrí nuevamente la decepción de perderme de la nieve. Mientras íbamos en el camino, vimos cómo estaba nevando fuera del tren, y de hecho cuando hicimos una pausa en Liege, pudimos disfrutar un poco de la nieve acumulada; sin embargo, para cuando llegamos a Bruselas, esta ya se había derretido, y sólo quedaba el agua helada sobre el pavimento (y realmente estaba helada). Bruselas, muy padre. Tuve la oportunidad de visitar el palacio de justicia, que el año pasado estaba en reparación. También fuimos a las otras atracciones turísticas: Manequen Piss, Grot Mark, etc. En la noche visitamos el Atomium, y nuevamente tuve la oportunidad de acercarme más de lo que había hecho hace un año. Regresamos a Aachen a dormir, y resultó que ahí había nevado todo el día! Todavía alcancé a tomar unas fotos del pavimento nevado.
El miercoles tomamos el autobús hacia París. Fue un día con muy buen clima, sin embargo lo pasamos dentro del transporte. Llegamos de noche, y aprovechamos para visitar la torre Eiffel, y verla con las luces encendidas, y tuvimos dos sesiones de luces parpadeantes, a las 22:00 y a las 23:00. De paso nos enteramos que París es candidata a las olimpiadas del 2012.
El jueves fue dia turistico en París: la Defénse, el arco del triunfo, los campos elíseos, la Concorde, el Louvre, centro Pompidou, el Panteon, etc, etc. Incluso comimos unas crepas medio caras, pero muy ricas.
Como viajaban con nosotros dos grandes fanáticos del futbol, el viernes fuimos a visitar el Stad de France, antes de tomar el autobús de regreso a Aachen. No es algo que yo habría hecho solo, pero estuvo interesante.
El año nuevo lo recibimos en Aachen, disfrutando de los fuegos artificiales que a la gente le encanta comprar en Alemania. Un espectáculo muy colorido y sonoro.
Sabado en Amsterdam. Toda la ciudad es una atracción turística. He llegado a la conclusión de que hay dos Amsterdams, la primera, la bella ciudad de 11 meses al año, con sus pequeñas calles, CoffeeShops, Vitrinas, pero tranquila. La otra es la que se encuentra en el mes veraniego, llena de gente, congestión humana, horrible. Afortunadamente, encontramos la bella Amsterdam en esta ocasión.
El domingo regresamos a Dresden, haciendo escalas en varios pueblos alemanes.
Así que esa fue mi ultima semana del 2004 (en un muy breve resumen). Veamos cómo se desarrolla el nuevo año, para el que tengo muchas aspiraciones.