Fin de semana en vivo... 30 horas después

Pues sí, a la hora en que estoy sentado frente a mi computadora (2:03 PM), llevo casi 30 horas continuas despierto.
La razón es muy sencilla, hoy es el cumpleaños de una compañera de la maestría.
Ayer recibí un mensaje que básicamente decía: "tengo una idea loca para celebrar mi cumpleaños; estarías dispuesto a llegar después de la media noche?". Obviamente, tanto yo como el resto de compañeros y compañeras aceptamos. Esto fue para no celebrar el cumpleaños antes de que realmente llegara el día.
Pasamos la noche cenando, jugando, viendo algunos videos cómicos, escuchando música, malabareando, en fin. Cuando la claridad del día llenó el departamento, ya solo quedábamos tres; decidimos ir a caminar por el río. La idea era caminar cerca de una hora, y tomar algunas fotos, pero la caminata se alargó y alargó, hasta que llegamos al último puente al oeste de Dresden (eso significa que cruzamos la ciudad a pie, pues el departamento está en la parte oriental de la misma). La caminata fue de más de 3 horas, más el tiempo que nos tomó regresar (ya en transporte colectivo), llegamos a tomar un desayuno-lunch a medio día.
La conversación que varió de lo más cómico, vano y común, a las ideas de matrimonio, y de desarrollo académico de los presentes, se comió casi dos horas más, sin que ninguno de nosotros mostrara señas de cansancio.
Cerca de las 2 PM, decidí regresar a casa, pues quiero terminar algunas cosas este fin de semana para estar tranquilo en los siguientes días, en los que culmina mi primer semestre.
Por el momento no estoy cansado, aunque supongo que pronto el peso de mis párpados dominara al músculo que los matiene elevados.
Es hora de trabajar...