Harry Potter
Anoche terminé el quinto libro de la serie de Harry Potter. Sé que voy muy atrasado, pues ya mucha gente incluso terminó el sexto, pero qué se le va a hacer.
Para los que no lo han leído, no se preocupen, este texto, según yo, no contiene información sobre la historia que les pueda arruinar su lectura, simplemente quiero mencionar la sensación que me dejó.
Comenzé el libro con un comentario de mi hermana: está muy feo. Tal vez por tener ese comentario en mente, o porque me estoy volviendo insensible, pero la verdad no me pareció tan feo. De hecho, me pareció bastante predecible; lo único que me sorprendía eran los nombres de los hechizos (algo aprendió de latín y griego esta señora me decía a mí mismo), el nombre del capítulo 20 del libro: "Dungeons and Dragons"; intenta ser irónica?
J.K. Rowling está utilizando fórmulas muy viejas, que funcionan bien la primera y segunda vez, pero ya después se vuelven demasiado tediosas, e incluso tontas: utilizar palabras al revés, cambiar una letra. No puedo creer que con tanta historia y libertad, no pueda ocurrírsele un nombre nuevo. Entiendo que en algunos casos es necesario, para mostrar las similitudes, o como parte de la historia, pero ahí hay muchas que no tienen sentido y para mi gusto solo denigran al libro. En fin.
Lo que tiene de bueno es que sigue manteniendo esa capacidad, al terminar cada capítulo, de dejarte con ganas de leer el capítulo siguiente. Utiliza un muy buen truco: siempre comienza la historia del siguiente capítulo antes de hacer el cambio físicamente. De esta forma, se queda el gusanito: qué va a pasar aquí?
Quiero decir que es un buen libro en ese sentido: te atrapa en la lectura (bueno, a mí me atrapó), pero que aún con eso, sigo sin poder entender cómo lo llaman una sensación. Por supuesto que voy a leer el sexto y séptimo libro, pero hay otros libros mucho más arriba en mi lista de prioridades.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario