jueves, enero 21, 2016

Depresión

Drowned (237/365)
La depresión es como una adicción. La conoces, sabes que la tienes, la quieres evitar, y continuas a caer en ella. Cada mañana es una nueva batalla; un día más para luchar y tratar de contener el ansia, la necesidad de recaer y ver a todo en tu contorno girar.
Y, de tanto en tanto, hay días en los que no encuentras una razón para contenerte. No es un problema. Puedes bajar la guardia un poco; han pasado ya tantos meses, un pequeño descanso no te hará mal. Y, ¿por qué no descansas otro poco? Ya que estás, no salgas de la cama, no hagas tu trabajo, no mires hacia adelante. Y, antes de darte cuenta, estás completamente dentro. Porque la depresión es como una adicción, hay que pelear con ella, hay que tratarla, y hay que admitir que está ahí.
Y a veces no queda más que decir la verdad, respirar hondo, y luchar contra uno mismo, contra todo instinto que te obliga a mantenerte sentado, y escuchar esa pequeña voz que quiere que crezcas, para que ella pueda crecer también.

No es justo. La depresión es como una adicción, no entiende condición social o económica. No le importa tu estado civil, ni la llegada de tu hijo. Llega y se hospeda en tu casa nueva, mancha tus muebles nuevos, y se come todo lo que tanto te gustaba comer. Y a veces, lo único que se puede hacer es aceptarlo, y hablar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente cierto todo lo que mencionas.Sólo me permito agregar algunos puntos. No sabe uno en que momento va a aparecer, qué es lo que la provoca, ni cuanto tiempo va a durar. Tampoco es fácil explicarla, puede darse como "tristeza", "melancolía", "añoranza", "indiferencia", "angustia", "miedo", "opresión", "sentimiento de culpa",....pero todo esto son sólo palabras incapaces de transmitir el sentimiento real que es la depresión y que sólo conoce quien la sufre.Puedo decir que en mí se inicia de preferencia en las tardes, poco antes de ocultarse el sol, y quizá por esta misma razón de penumbra le gusta aparecer más en los días nublados. También le gustan las calles solitarias, las puestas de sol y los parajes aislados.
Indudablemente cada individuo que la sufre tiene sus propios medios para tratar de controlarla, pero creo que, como en cualquier otro problema, un aspecto de gran ayuda es reconocer que uno mismo la tiene.En lo personal me ayuda mucho saber que en algún momento se va a retirar de repente, así como llegó, aunque sea por un tiempo. Esos tiempos de descanso me son de gran ayuda, pero no olvido que puede estar agazapada.
También me ha sido de gran ayuda no dejarme dominar, forzarme una actividad laboral o personal, con un cronograma específico y entretenerme con algo que me agrade. Para mí también es de indudable ayuda la compañía y poder hablar con alguien que me escuche.Me ayuda la buena música contemplativa. Es inapreciable la relación con los hijos involucrándose en sus juegos y logros. Cuando quiere reaparecer el fantasma de la depresión o cuando ya está establecido siempre me convenzo, como tú, de que debo de luchar, fundamentalmente porque mi familia me necesita feliz y productivo.
Gracias Rafael por compartir tus sentimientos. Me ha sido de gran ayuda.
Tu papá.