El viaje a Frankfurt fue algo curioso. La finalidad era acompañar a un compañero a recoger a su esposa al aeropuerto. Lo que no sabíamos era que su plan era solamente que fueramos con él hasta Frankfurt y ahí él se separaría de nosotros. No nos lo dijo hasta que estuvimos físicamente en la estación central de Frankfurt.
En fin, ya habíamos viajado 9 horas para llegar, así que fuimos a disfrutar la ciudad. Sinceramente, no es una ciudad turística. Es el centro financiero de Alemania, donde está el Banco Central Europeo y otras cosas; algunos edificios interesantes, pero en general, una típica ciudad grande.
Después decidimos dormir en el aeropuerto. Ya había dormido en una estación de trenes, en Rennes, pero dormir en el aeropuerto es otra cosa: mucho más cómodo, y no te corren a la 1:00 AM.
Al día siguiente, temprano, decidimos visitar Weimar.
Weimar es mucho más turística, y la recomiendo como una parada en un paseo por Alemania. Con su devoción a Göthe y Schiller, esta ciudad de antiguas casas y teatros puede ser recorrida en unas cuantas horas.
Tras eso, de regreso a Dresden, pero haciendo una pequeña escala (40 minutos) en Leipzig, para disfrutar de los Leones; un proyecto similar al de los Osos de Berlín en 2003.
Como dato curioso, vean esta foto, y chequen la hora a la que llega el penúltimo vuelo enlistado.
. O aquí un zoom.