jueves, junio 08, 2006

La gaviota

La gaviota me miraba de frente y caminaba sin dudar. Un paso, otro más, cada vez más cerca.
Al pasar por entre el ojo de la aguja volvió su pico, e ingirió el amargo líquido del muro a su izquierda.
No pudo volar más por el resto de la tarde.

1 comentario:

Grajeda dijo...

nunca has intentado poner pedo a un perro? o a un gato... en su defecto


esas tardes de ocio con los amigos causan eso...