¿Me odiará Daniel?
El lunes, cuando llegué a casa, ya no tenía regadera. Los administradores del edificio decidieron cambiar todas las regaderas, creo que para mejorar la eficiencia en el uso del agua (y la energía para calentarla).
El martes cambiaron la tubería, pero debían esperar a que todo quedara bien fijo antes de colocar la regadera, así que seguíamos sin capacidad para bañarnos.
Ayer por fin los colocaron la nueva regadera, pero como ciertas cosas fueron puestas con silicón, nos pidieron que no la usáramos en las siguientes doce horas para asegurar que el pegamento hubiera secado adecuadamente. Yo ya no me aguantaba a mí mismo; y eso agregado al hecho de que no había hecho ejercicio en la semana, para evitar sudar, me tenía desesperado por una ducha.
Hoy en la mañana, incapaz de aguantar un instante más, me levanté temprano y disfruté del agua. Pocos minutos después de salir yo, alguien tocó la puerta. Daniel abrió. Era el casero. Hoy van a poner otra capa de silicón para asegurar que todo esté bien fijo, y no debemos usar la regadera hasta las 20:00.
Bueno, al menos él se puede bañar en casa de su novia.
4 comentarios:
Bueno, no te preocupes, hace sólo un siglo la gente se bañaba una vez a la semana para "no gastar el cuerpo"....
Saluditos
Eso es muy cierto, y de hecho aquí en Alemania muy poca gente se baña a diario, ya sabré, si cuando regrese mi cuarto está destrozado :P
Te me adelantaste en el comentario, pues si Rafa, no es que Daniel te odie es que no comprende tus costumbres Mexicanas, jajaja, ni modo a usar mucho perfume.
jajajaj goofas. Lo bueno es que ya pasó, así que ya no hay conflictos.
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