Yo oyo, tu oyes, él oye...
Hace ya varias semanas que me decidí a comprar un lector de libros electrónicos. De entre tantas opciones disponibles, al final me decidí por el Oyo, que se vende en las librerías alemanas. Las razones para tomar esta decisión fueron varias: el precio, la falta de funciones que no me interesan, la comodidad de comprarla cerca de mi casa. Pero principalmente, el hecho de que es capaz de leer una gran variedad de formatos de libros que puedo comprar de distintas tiendas (y no sólo de Thalia.de). Y es que mi intención principal no es leer libros en alemán o en inglés en este aparato: esos los puedo comprar fácilmente y a bajo costo aquí. Pero el poder comprar libros en español y en italiano sin tener que pagar unos altísimos costos de envío es un excelente motivante para mí, que me encanta mi lengua materna, y me esfuerzo por aprender aquella otra.
Así que tengo lector. Tras semanas de uso, aquí les van mis impresiones, para quien puedan resultar útiles.
En realidad, los primeros días me decepcionó, aunque cada vez más me acostumbro a usarlo y sacarle partido. Lo primero que me sorprendió es que no tiene forma de bloquear los botones. Dado que el botón de encendido está en una esquina y es extremadamente fácil de activar, esto es realmente problemático. Para protegerlo, le compré una cubierta dura con un elástico para mantenerla cerrada. Desafortunadamente, si se aplica presión a esta cubierta (por ejemplo cuando se cierra el elástico) el botón de encendido queda presionado, por lo que viajar con el cacharro en apagado es casi imposible.
Lo que me trae al siguiente punto: la batería. La teoría dice que el lector sólo necesita energía para cambiar de página y, por lo tanto, si no se cambia de página, no se gasta la batería. Eso no es cierto. En realidad, si no se apaga, la batería se descarga con relativa velocidad. Por otro lado, las especificaciones dicen que una carga rinde 8,000 páginas. Esto puede que sea cierto en modo de ahorro de energía (va más o menos de acuerdo con mi experiencia), pero no es ni por mucho cercano al consumo si se desactiva este modo. Sin el ahorro de energía, no dura más de unas 800 páginas. Y es que el aparato es realmente tonto cuando está en modo normal: actualiza el nivel de la batería cada dos minutos; esto no sólo gasta energía, sino que además distrae al leer. En modo de ahorro de energía esto no pasa, pero los cambios de página son mucho, pero mucho más lentos.
Por último, la pregunta principal: ¿qué tal se lee? Bueno, pues yo diría que sorprendentemente bien. He pasado horas leyendo de esta pantalla sin sentirme cansado en ningún momento, de hecho ahora la pantalla luminosa de mi computadora me parece demasiado brillante. El único inconveniente que le veo es que la pantalla sigue siendo reflejante, por lo que en algunos ángulos de luz los reflejos hacen la lectura imposible.
Así que, bueno, ahora que tengo un lector y puedo comprar cualquier libro que quiera, ¿qué me recomiendan?
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