Diversidad de salsas
Ayer vi a un Nicaragüense echándole salsa Valentina a una empanada. Después compró otro frasco de la misma salsa para echarle a los tacos que iba a cenar.
Esto me dejó pensando en la gran diversidad de salsas que tenemos en México, pero en especial en su diversidad de usos. No soy capaz de explicar la diferencia, para mí simplemente es muy natural que unas salsas se usan para unas cosas y otras para otras, mientras que parece que para los no-mexicanos, los tipos de salsas son intercambiables para todos usos.
Déjenme poner unos ejemplos.
Para empezar, regresar a la Valentina. Yo jamás le pondría salsa Valentina a una empanada, o a unos tacos, o a una quesadilla. Para ese tipo de comidas usaría salsa verde, o ranchera, o pico de gallo, o guacamole. En cambio, ninguna de esas salsas las usaría para condimentar una ensalada de pepinos o de zanahorias; para estas últimas usaría la Valentina sin dudar.
Una diferencia similar viene con las rajas de chile. Unas rajas se pueden muy bien usar en los tacos y las quesadillas, además de las tortas, pero jamás en una ensalada. Sin embargo, esas salsas que quedaban tan bien en los tacos, dejan de ser apropiadas para una torta. La torta parece requerir, necesariamente, rajas y no salsas preparadas.
¿Ustedes qué opinan?
1 comentario:
Yo estoy más que de acuerdo. Aquí en Japón se sorprenden que tengo una salsa en mi escritorio pero no comprenden por qué a algunas cosas sí les echo salsa y a otras no. Saludos!
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