Para alegrar el día
Y para alegrar el día:
- DL 2007 (Italia): aceptado
- Tableaux 2007 (Francia): aceptado
Al parecer será un verano interesante.
Y para alegrar el día:
- DL 2007 (Italia): aceptado
- Tableaux 2007 (Francia): aceptado
Al parecer será un verano interesante.
Por Rafael Peñaloza a las 10:59 a.m. 11 comentarios
Etiquetas: doctorado
- Tal vez sea lo mejor, - dijo Maer conteniendo las lágrimas en sus hinchados ojos - no creo poder seguir viviendo con un ... con un ... - titubeó antes de explotar con furia - ¡con un asesino!
Einkerl suspiró. Habían pasado ya siete días desde el accidente, y durante ese tiempo, Maer aprovechaba cualquier oportunidad para culparlo y reprocharle los hechos.
Vivían juntos desde hacía casi cuatro años. Su convivencia no había sido nunca perfecta, pero sí fácilmente tolerable. Tenían sus buenos momentos, que los ayudaban a superar los baches; pero esta grieta parecía insalvable. Ese estúpido perro apareció de la nada frente a su auto, mientras viajaban sobre la autopista a alta velocidad. No había nada que Einkerl habría podido hacer para evitar la colisión, pero Maer era incapaz de comprenderlo; Einkerl había robado una vida - canina, es cierto, pero una vida al fin - y lo peor es que no parecía mostrar un remordimiento sincero.
- ¡Era sólo un viejo perro callejero! - había dicho él, cuando ella lloró tras el aullido agonizante del cuzco; y era tan sincero como siempre.
Einkerl no quería hablar más. Si todo había terminado, no tenía sentido quedarse. Sólo quería salir, irse lejos, muy lejos, al norte. El norte siempre es mejor. Tomó las llaves de su coche y salió, sin miradas atrás, sin más objetos personales; luego mandaría a alguien por ellos.
El auto viajó por calles cada vez más anchas y fluidas hasta llegar a la autopista. Siempre hacia el norte. Podía sentir, a cada revolución del motor, cómo se iba relajando, liberando, aunque se sentía aún prisionero de algo intangible. La velocidad y el viaje no serían suficientes para su espíritu.
De pronto, frente a él, cruzando rápidamente la autopista, un can blancuzco. Sin pensarlo, prácticamente como un reflejo, giró el volante. Las llantas, en su roce con el pavimento, provocaron un agudo ruido que nubló cualquier otro.
Einkerl sonrió, mientras veía por el retrovisor un cuerpo que todavía se movía, desangrándose lentamente y lleno de sufrimiento.
Ya no había dudas, estaba libre.
Por Rafael Peñaloza a las 9:28 a.m. 0 comentarios
Etiquetas: cuento
Por Rafael Peñaloza a las 10:59 p.m. 0 comentarios
No sé si a alguien más le pasa, pero últimamente a mí me está pasando muy seguido.
En estos últimos meses he estado trabajando en problemas bastante dificiles (lo sé, nunca me he caracterizado por ser modesto), en los que paso semanas sin ver una pizca de progreso, o descubriendo nuevas vías que terminan llevando a un muro. Lo que me está pasando es que, cuando logro resolver uno de estos problemas, tras la euforia de la victoria, me entra una pereza absoluta en la que no puedo empezar a escribir mis demostraciones.
No sé, el resultado ya es cierto, y ya sé cómo demostrarlo, pero no soy capaz de sentarme y escribir esa demostración en detalle. Por supuesto, esto ha provocado que, a veces, mis "demostraciones" resulten incorrectas, dado que no he revisado cada detalle en profundidad.
Por ahora, me quedaré con la euforia de mi última "demostración", y mañana la revisaré, tras meditar el resto de hoy sobre los puntos principales del método. Y es que este resultado se me ha estado escapando entre los dedos, como agua, así que necesito ahora una demostración impermeable.
Por Rafael Peñaloza a las 2:15 p.m. 4 comentarios
Etiquetas: doctorado
El lunes, cuando llegué a casa, ya no tenía regadera. Los administradores del edificio decidieron cambiar todas las regaderas, creo que para mejorar la eficiencia en el uso del agua (y la energía para calentarla).
El martes cambiaron la tubería, pero debían esperar a que todo quedara bien fijo antes de colocar la regadera, así que seguíamos sin capacidad para bañarnos.
Ayer por fin los colocaron la nueva regadera, pero como ciertas cosas fueron puestas con silicón, nos pidieron que no la usáramos en las siguientes doce horas para asegurar que el pegamento hubiera secado adecuadamente. Yo ya no me aguantaba a mí mismo; y eso agregado al hecho de que no había hecho ejercicio en la semana, para evitar sudar, me tenía desesperado por una ducha.
Hoy en la mañana, incapaz de aguantar un instante más, me levanté temprano y disfruté del agua. Pocos minutos después de salir yo, alguien tocó la puerta. Daniel abrió. Era el casero. Hoy van a poner otra capa de silicón para asegurar que todo esté bien fijo, y no debemos usar la regadera hasta las 20:00.
Bueno, al menos él se puede bañar en casa de su novia.
Por Rafael Peñaloza a las 10:35 a.m. 4 comentarios
Y la pregunta de los 64 mil del día de hoy es:
¿Cómo puede tener alguien un tirón en la corva mientras está sentado cómodamente en su oficina?
Pero más importante que eso, en este momento, es encontrar cómo salir a comer sin tantos dolores.
Por Rafael Peñaloza a las 10:47 a.m. 0 comentarios
Yo: voy a dar una clase el miércoles
K: y, ¿te gusta dar clases?
Yo: sí me gusta, pero creo que no soy muy bueno explicando...
K: ¿que no el tema de tu doctorado es cómo dar explicaciones?
Yo: ...
Por Rafael Peñaloza a las 12:28 p.m. 4 comentarios
Ella fijó sus ojos claros en mí, sólo por un momento. Sonrió y, perdiendo su mirada en el horizonte, me dijo suavemente:
-Aquí y ahora.
Se ruborizó un poco, sonrió de nuevo ante mi mirada incrédula y repitió:
-Aquí y ahora. Aquí y ahora. Aquí y ahora.
La cadencia de sus palabras era lo más importante en su discurso. Pausada, cada sílaba entonada claramente, sin dejar espacio a una mala interpretación. Algo que debió haber aprendido con sus largos años de estudio.
Y es que ella no me hacía una propuesta indecorosa pero, sin notarlo, me estaba dando algo que yo necesitaba.
Aquí y ahora. Se grababan esas palabras en mi mente.
¿De dónde viene esto? Por supuesto, que de los pájaros Mina en la isla de Palas. En La isla de Aldous Huxley aparecen estas aves, repitiendo una y otra vez esas palabras: Aquí y ahora.
Y de pronto, algo encajó en mi cabeza. Unos cien años antes, Edgar Allan Poe publicaba su poema The Raven (El cuervo). Un ave, posada en un busto de Palas, que lo único que dice es Nunca más. Los fines son completamente opuestos entre La isla y El cuervo, pero los medios son similares.
Bien lo dijo ella. "Huxley no deja nada al azar".
Aquí y ahora. Si algo ha de ser hecho para mejorar tu vida o tu mundo, debe ser hecho aquí y ahora, no en un abstracto punto futuro. Si no lo haces así, es posible que no puedas hacerlo nunca más.
Por Rafael Peñaloza a las 9:28 a.m. 0 comentarios
¡Cómo has cambiado, Rafael! Si, hace mucho que sabes que no eres el mismo tipo con el dolor que escribía, pero dentro, donde otros no veían, seguías siendo el mismo, únicamente la máscara había cambiado, de hecho, sólo habías encimado una más nueva sobre la vieja, o al menos eso pensabas.
¿Sigue siendo así? No, Rafael, realmente has cambiado, y eso vino como una sorpresa para tí, ayer que lo descubriste.
Si, el mismo ser que hace apenas cuatro navidades se rehusó a bailar en frente de un reducido grupo de familiares cercanos, ayer se animó a cantar frente a varios desconocidos, en solo y a capela, y no cualquier canción, sino la canción, a petición de la festejada.
Si Rafael, cómo has cambiado. Antes fantaseabas con hacer sufrir a los asistentes a una fiesta; ahora lo haces sin misericordia atormentándolos con tu voz... y sin siquiera estar borracho.
Por Rafael Peñaloza a las 10:37 p.m. 6 comentarios
Una de las primeras cosas que me sorprendieron cuando comencé a ver óperas es el hecho de que la gente aplauda entre escenas. En los conciertos, los aplausos aparecen al final de cada obra, no en las pausas; e incluso en el teatro, se acostumbra, a lo más, aplaudir entre actos, pero no entre las escenas.
Cuando el público está muy entusiasmado, ocurren cosas como esta:
Por Rafael Peñaloza a las 2:25 p.m. 2 comentarios
Ayer hubo un concierto en honor al Papa por su cumpleaños 80. Más allá de lo interesante del concierto, lo que no tiene desperdicio es la cara de tedio que el celebrado tenía.
Por Rafael Peñaloza a las 6:57 a.m. 11 comentarios
Etiquetas: celebración, papa
Durante mucho tiempo me he reñido y culpado de muchas cosas; la mayoría de ellas, con mucha razón, pues no han sido pocos los errores que he cometido, y no menos las veces en que he sido incapaz de ver lo que acontecía.
Pero ahora comprendo. No hay ninguna necesidad de pretender ser perfecto. Me decepcionaré cientos de veces, al igual de que decepcionado y decepcionaré a otras personas que me rodean. Caeré, y tal vez algunas de esas veces no pueda levantarme. Así es esto.
Y sí, muchas veces será mi culpa, y muchas otras no lo será, como ha sido en el pasado. Pero no tiene sentido seguirme retrasando sólo por mirar atrás, y por intentar reflejar mi espalda al frente de mis ojos. Mejor caminar como debemos hacerlo: hacia donde apunta la nariz.
Por fin lo entiendo. Por fin esto son mas que las meras palabras que pronuncio. Por fin puedo perdonarme y ser mi amigo una vez más.
Por Rafael Peñaloza a las 3:55 p.m. 7 comentarios
Etiquetas: foto, pensamiento
Un pedazo de publicidad de una heladería:
have an ice day
Por Rafael Peñaloza a las 5:58 p.m. 2 comentarios
Etiquetas: lenguaje, publicidad
Por azares del destino, resultó que tuve la oportunidad de cruzar la frontera a Eslovaquia para visitar Bratislava.
El centro es muy pequeño pero bastante interesante. Es muy claro que han invertido en tener el centro arreglado, pues es muy notoria la diferencia con la vista de la ciudad una vez fuera de la zona peatonal: mucho más derruido y descolorido.
Fue un día muy agradable, en el que nos encontramos con muchas sorpresas que no esperábamos. Poco a poco iré subiendo más fotos a Flickr, pero por ahora los dejo con el OVNI en la cima de la torre que sostiene al Nový Most (puente nuevo).
Por Rafael Peñaloza a las 7:00 p.m. 2 comentarios
Etiquetas: eslovaquia, foto, viaje
Así es, es Semana Santa y tengo un par de días libres. Pero, ¿cómo pasarlos en un país protestante? Así que me voy a Viena a ver las celebraciones por estos días.
Por Rafael Peñaloza a las 10:26 a.m. 0 comentarios
Ayer tuve la oportunidad de ver La fille du régiment, una ópera cómica en dos actos de Gaetano Donizetti.
Tengo que decir que no tenía antes buena impresión de las óperas cómicas. Esas óperas en que los cantantes de pronto sólo hacen ruidos extraños que producen risa por su sinsentido. Pero esta me encantó, y al parecer no fui el único.
La obra duró más de veinte minutos más de lo planeado, únicamente por los aplausos que aparecían entre escenas. Eran minutos y minutos de aplausos, y se veía en la cara de los cantantes que no sabían qué hacer en lo que esperaban (recordemos que cuando el público aplaude entre escenas, los cantantes se quedan quietos, hasta que pueden continuar con la obra).
En verdad muy graciosa. La obra en sí tiene muchos pasajes que me hicieron reír, pero también se vio un excelente trabajo de los cantantes y el director en este sentido. En verdad, del escenario fluía gracia.
Por Rafael Peñaloza a las 10:30 a.m. 0 comentarios