miércoles, abril 30, 2008

La técnica del miedo

Todas las semanas viajo a Dresden en un tren prácticamente vacío, comúnmente sentándome frente a una mesa para poder leer con calma. Como dije, ese tren jamás va lleno, a excepción de cuando, dados factores externos, se han cancelado algunos otros medios de transporte o trenes nocturnos.
En fin, hoy mientras compraba mi boleto surgió una advertencia: el tren que quería tomar tenía mucha demanda, así que debía reservar un asiento o elegir otro tren. Un día normal no habría hecho caso a tal advertencia (aunque nunca antes me había topado con algo así), pero hoy no tenía ganas de pelearme por un asiento en el pasillo sin espacio para relajarme. Así que reservé mi lugar. Me concedieron uno de los peores lugares: sin mesa, en el último vagón y cerca del baño. ¡Y tuve que pagar por eso!
Por supuesto, como siempre, el tren venía vacío, y me senté donde quize.

2 comentarios:

Grajeda dijo...

pero no tuviste que pagar extra o si?

Rafael Peñaloza dijo...

si, 2€ por cada asiento reservado. Sé que no es mucho, pero si es un gasto inútil no me agrada.
Saludos.