sábado, octubre 01, 2005

Limpieza

El miércoles se fue uno de mis vecinos. Terminó su maestría y regresó a Ucrania.
Hoy, hicimos limpieza de la cocina; fue en verdad algo impactante, algo que nunca había vivido: el otro vecino me preguntó cuáles eran las cosas que yo usaba, y las separamos, junto con las que él usa; todo el resto se fue a la basura, sin ninguna muestra de piedad. Vasos, copas, cubiertos, platos, cortadores de pan, sartenes, palas, todo murió.
La cocina en verdad cambió. Ahora también estamos pensando en pedirle al casero que se lleve una alacena chica, porque no la usamos y sólo quita espacio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te felicito. Aunque duela eso es lo que deberíamos de hacer casi siempre. Ojalá yo pueda practicarlo para arreglar mi hogar y mi propia vida; me gustaría hacerlo aunque sé muy bien que tengo poco tiempo por delante.
Hace unos días me puso el ejemplo uno de mis hijos, que vino a desmantelar su cuarto por haber cambiado su residencia. Dejó su cuarto limpio. Sé muy bien que sufrió (hasta eliminó sus trofeos de sus hazañas deportivas)pero demostró una decisión valiente haciendose responsable de su nuevo rumbo. Las cosas materiales se pierden. Lo único que es perecedero son los recuerdos.